Espermatogénesis |
La espermatogénesis es el mecanismo mediante el cual se generan espermatozoides en los túbulos seminíferos del testículo. Los túbulos seminíferos están rodeados por una membrana basal, y están revestidos por un epitelio especializado, el epitelio seminífero(Fig. 1). El epitelio seminífero contiene dos tipos principales
de células: Fig. 1: Epitelio germinativo de un túbulo
seminífero humano. Células germinales o espermatogénicas Las células germinales masculinas comprenden las espermatogonias, espermatocitos I y II, espermátides y espermatozoides. Las espermatogonias permanecen en los túbulos
seminíferos en un estadio de reposo hasta la pubertad, dónde
comienzan a proliferar. Se distinguen dos tipos de espermatogonias: Los espermatocitos primarios al mismo tiempo que aumentan de tamaño, entran en la profase de la primera división meiótica, la que concluyen aproximadamente a los 22 días. Una vez finalizada la primera división meiótica, los espermatocitos primarios dan lugar a los espermatocitos secundarios, que son células mucho más pequeñas que los primarios. Estos inician rápidamente la segunda división meiótica. La progenie de los espermatocitos secundarios se denominan espermátides, células haploides que ya no sufren divisiones, pero si profundos cambios que las transforman en espermatozoides. Este proceso de diferenciación recibe el nombre de espermiogénesis. Estructura del espermatozoide El espermatozoide humano maduro mide 60 µm de largo y es una célula muy activa y especializada, morfológicamente, se caracteriza por tener una cabeza y una cola. La cabeza es elipsoide, de 5µm de largo, 3µm de ancho y 1,5µm de espesor, ocupada en su mayor parte por el núcleo. El acrosoma está bien desarrollado y se localiza a modo de caperuza sobre el núcleo; en su interior se encuentran enzimas encargadas de la lisis de las cubiertas ovocitarias. La cola tiene una longitud de 55µm (Fig. 2). Fig. 2: Espermatozoide humano. |